Se destacan, entre otras, en Brasil, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de São José dos Campos, primeramente conocida como IPC - Instituto de Proyecto y Comunicación - FAU SJC, experiencia también realizada entre 1970 y 1975; la reforma de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo- FAU USP y la experiencia de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Brasilia - FAU UnB, el Laboratorio del Centro Universitario Belas Artes de San Pablo, el curso de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Taubaté- Unitau, que fueron productos de este fértil dialogo y tuvieron inter-influencias directas o indirectas. Paulo Bastos y Sylvio Sawaya, entre otros, divulgaron el Taller Total en Brasil, en los años 1970. Durante un viaje a Córdoba, en 1971, Miguel Pereira, que desempeñó la dirección de la FAU-UnB entre 1968 y 1976, tuvo contacto con el Taller Total, y junto con estudiantes y profesores, desarrolló la idea en la UnB.

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      También en México, se establecieron relaciones de inter-influencia tanto con el Autogobierno, en la UNAM, iniciado en 1972, como con la UAM en Xochimilco. Varios referentes del Taller Total se exilaron en México, como Elsa Tania Larrauri, que en 1976, a partir de su experiencia en el Taller Total, participó activamente en el Sistema Modular, (iniciado en 1974), en la UAM/ Xochimilco, y, un auditorio de esta universidad recibió su nombre en su homenaje. También María Saleme de Burnichon, quien coordinó el Equipo de Pedagogía del Taller Total, se exiló en México.

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      Esos procesos de enseñanza innovadores, considerados como pioneros, participaron del debate latino-americano y mundial sobre la enseñanza de Arquitectura y Urbanismo. Muchas veces en contextos fuertemente autoritarios y en un escenario mundial signado por la guerra fría, hubo particular interés en que estas experiencias aparecieran en la conciencia de sus integrantes como aisladas, por lo que, en la actualidad, es imperioso demostrar sus vínculos.

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      Con sus características particulares, cada caso contiene la búsqueda de un hábitat ampliado o una relación cognitiva con los lugares, posibilitando su comprensión al entender que habitar es pertenecer a un lugar y no sólo poseer una casa. El desarrollo en los países de América Latina obedece a un proceso desigual e combinado, donde conviven formas avanzadas y arcaicas de producción. Esto se revela en las formas de producción de la Arquitectura y el Urbanismo, y del paisaje, que a veces se sustentan en el „ejército de reserva‟, sin calificación técnica, y a veces utilizando el más elevado nivel de tecnología. Por esto, la enseñanza de Arquitectura y Urbanismo debe atender a esta demanda compleja con elevado grado de profundidad, flexibilidad y amplitud.